¿Eres un profesor creativo? La creatividad es imprescindible en tu día a día como docente, ya sea para planificar clases, crear o adaptar materiales, poner el práctica otras ideas, para explicar en el aula y buscar siempre ejemplos y maneras para que los alumnos comprendan, para resolver conflictos en el aula, plantear nuevos proyectos, enfrentarte a nuevos retos o resolver problemas.
A veces nos encontramos cansados, demasiado sumergidos en la rutina o con falta de motivación para nuevas ideas. Para que te resulte fácil estimular tu creatividad, te ofrecemos un decálogo con técnicas sencillas que pueden servirte de apoyo en los distintos momentos de tu proceso creativo.
Diez ideas para activar tu creatividad
Cuaderno de ideas. Elige un espacio para soñar. Puede ser un cuaderno de expedición, una hoja en blanco, notas de voz. Cualquier medio con el que te sientas cómodo y que te permita poder registrar tus ideas y volver a ellas cuando las necesites. Guardar tus ideas y tenerlas a mano te ayudará a asentarlas, a pensar en voz alta, a revisarlas para poder llevarlas a la práctica.
Para y piensa. Nuestro instinto es poderoso, pero a veces es necesario salir de la rueda, mirar desde la distancia y reflexionar sobre lo que estamos haciendo, detectar errores, evitar bloqueos, medir avances, volver al objetivo inicial, valorar las diferentes opciones para poder reconducir alguna actividad o idea.
Muévete. Estirarte, hacer ejercicio, caminar son perfectos aliados para activar endorfinas que te ayudan a pensar mejor y a activar esas ideas que no encontrabas cuando estabas sentado frente a la pantalla.
Combina áreas. Si eres profesor de español, seguro que te resulta práctico ver materiales de inglés. Los docentes de infantil y de primaria pueden inspirar y aportar ideas nuevas a un profesor con alumnos adultos. Y si eres profesor de lengua extranjera, ¿por qué no valorar proyectos de lengua L1 o de comunicación?
Inspírate. Lee, investiga, busca, charla con tus compañeros. Si encuentras una buena idea, no copies, adáptala, remézclala con otras ideas, y referencia siempre.
Cambia de perspectiva. Mira tu actividad o tu práctica pasado un tiempo, grábate y escúchate. Pregunta a otras personas cómo llevarían a cabo una actividad o cómo resolverían un problema en clase.
Naturaleza y verde La naturaleza es una fuente infinita de inspiración. ¿Podrías comparar o relacionar tu necesidad con algún aspecto del mundo natural? Reflexionar en cómo lo soluciona la naturaleza te dará pistas para encontrar ideas.
Practica. Nadie nace aprendido. Practicar siempre nos ayuda a aprender de nuestros errores, a tener experiencia, y a aprender a llevar a cabo una idea o un propósito con mayor fluidez y éxito cada vez.
Abúrrete. El aburrimiento es mucho más valioso de lo que piensas. Puede ser una experiencia significativa que nos ayude a desarrollar nuevas ideas y enfoques. El problema es que hoy en día es muy difícil aburrirnos. En cuanto notamos el primer aguijonazo del aburrimiento sacamos el móvil y ahí tenemos un mundo de entretenimiento esperando por nosotros. La próxima vez que te aburras, en vez de recurrir a entretenimiento pasivo, aprovecha que tu cerebro pide estimulación para pensar y desarrollar por tí mismo una forma de salir de ese aburrimiento.
Habla con alguien. Da igual si es un amigo o un desconocido. La creatividad no es una cualidad que se desarrolle en solitario, en el vacío. No existen los genios solitarios. Necesitamos las ideas de otros, sus perspectivas, su forma de ver el mundo, para construir las nuestras y mejorarlas. Trabajando con otros somos más creativos.