Los activos de aprendizaje son el punto de partida para abrir fronteras y airear las escuelas, nos decía nuestro compañero Fernando Trujillo. Son muchos los espacios que nos rodean que podemos aprovechar en nuestras aulas de lenguas: parques, museos, mercados, teatros, otras escuelas, barrios, personas cercanas o la red.
Comenzamos el año con cuatro sencillas propuestas para aprovechar el entorno como oportunidad para abrir tu aula y expandir el aprendizaje de tus estudiantes.
¿Quieres saber más sobre los activos de aprendizaje de lenguas? No te pierdas esta entrevista a Fernando Trujillo.
1. Ve a la biblioteca
Organiza una salida con tus estudiantes a la biblioteca de tu escuela o de tu barrio. Antes de la visita podéis visitar la página web, ver las diferentes secciones, consultar el catálogo e investigar cómo funciona el sistema de préstamos. Seguramente hay una sección de prensa o una sección de idiomas y lecturas graduadas que puedes aprovechar con tus estudiantes. Se puede organizar una sesión de lectura dentro de la biblioteca o cada estudiante puede sacar un libro para leerlo después.
Si no cuentas con una biblioteca cerca, puedes aprovechar estas bibliotecas virtuales:
- Biblioteca Digital Mundial
- Biblioteca Nacional de España
- Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
- Proyecto Gutenberg
- Biblioteca de literatura infantil y juvenil
Recuerda aprovechar y compartir las lecturas: diario de lecturas, proyecto booktuber, críticas de los libros.
2. Realiza un intercambio lingüístico
Busca otros centros con estudiantes con los que tus grupos puedan realizar un intercambio en horario de clase o fuera del mismo. Una alternativa es organizar sesiones de intercambio por parejas o pequeños grupos por videoconferencia. Aprovecha una clase antes del encuentro para plantear preguntas y posibles respuestas.
Será interesante realizar un segundo intercambio durante el curso para hacer un seguimiento, observar cómo ha progresado el nivel y mantener una posible relación personal.
3. Escribe cartas
Organiza un proyecto de escritura de cartas a otros compañeros, a familiares, a nuevos compañeros a partir de un intercambio previo. También podéis buscar residencias de personas mayores, hospitales u otros centros donde haya personas en situación de soledad a quien se pueda escribir.
4. Invita a alguien a clase
Lleva a clase a una persona externa con la que los estudiantes puedan comunicarse y aprender sobre algún tema. Puede ser un familiar, una persona que hable de su profesión o una persona conocida (un escritor, un cantante, un actor). Aprovecha las clases previas para organizar una posible entrevista con el invitado.
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