Adentrarnos en la adolescencia de la mano de los silent books es aprovechar un libro sin palabras para dar espacio a la voz de los adolescentes. Podríamos dar la vuelta a las dificultades para lanzarle un reto a nuestros estudiantes y también a nosotros mismos como educadores ¿te apuntas?
No será nada nuevo decir que la comunicación no es fácil para quien haya vivido la experiencia de tener que trabajar o convivir con (pre)adolescentes. Lo que proponemos aquí es ver una manera de empujar nuestra actividad docente desde la empatía.
Así, intentemos ver qué instrumentos, recursos y habilidades nos encontramos delante cuando trabajamos con (pre)adolescente:
Para empezar, os invitamos a que repasemos juntos algunas pautas para reconocer mejor esta etapa. Demos unos pasos justo atrás para llegar a la preadolescencia, que algunos la sitúan entre los 9 y 11 años, a partir de los 12 estamos ya de lleno en la adolescencia.
Segundo, pregúntate ¿cómo eras de adolescente? ¿qué te daba vergüenza o miedo? ¿sabías identificar tus emociones? ¿sabías exponer tus ideas o pensamientos? ¿qué era para ti importante? ¿tus amigos o la familia? ¿qué decían de ti los demás? ¿pensaste alguna vez “cuando tenga 18 años, voy a ….”? ¿cómo te imaginabas el mundo de los adultos? Puede ser doloroso o quizás lo veamos ahora un poco más cómico de cómo lo vivimos en este momento, nuestro filtro experiencial nos hace verlas de otro modo ¿no?
Desde una perspectiva más objetiva os enumeramos aquí algunas características de los (pre)adolescentes que mencionan Pellai y Tamborini en su libro “La edad del tsunami“:
- El cerebro no para de madurar
- La “edad del pavo”(pseudoestupidez) es una cuestión de neuronas → tenemos que tener paciencia sabiendo que es una fase que está en desarrollo.
- La mielinización parcial hace que las capacidades cognitivas sean lentas→ funcionamiento irregular → comportamientos imprevisibles.
- No distingue lo que es justo o correcto
- Su cerebro primero siente y luego piensa…a lo mejor
- La mente es muy activa y por eso tiende a distraerse
- El cerebro necesita dormir aunque no lo parezca
- La preadolescencia es un periodo perfecto para cultivar el espíritu
Ahora bien, de todas estas las que he marcado en negrita son las que tenemos que considerar para poder establecer una comunicación más eficaz, ya que nuestro propósito es ver las tremendas posibilidades de trabajo valorando los aspectos positivos de la adolescencia y no los que nos representan obstáculos.
¿Y ahora? ¿Cuál es nuestro papel como educador?
Con los dos pasos anteriores podremos mostrarnos más empáticos con nuestros estudiantes. La adolescencia la hemos dejado atrás hace años, la hemos superado y podremos ayudarles solo si consideramos sus obstáculos como reales y comprensibles porque una vez que nos hayamos reencontrado con nuestro “Yo (pre)adolescente” veremos más claras nuestras funciones como educadores:
- La función es la de ayudar a los jóvenes a dirigir esta energía hacia situaciones que reduzcan la posibilidad de causar daño a los demás → RESPETO
- Para transmitir un mensaje eficaz → valorar su capacidad de pensar → EMOCIÓN EMPATÍA
¿Por qué los silent books para adolescentes?
Los silent books vistos como recurso didáctico para los adolescentes nos ofrecen la oportunidad de valorizar esta etapa ya que, en líneas generales, podemos decir que:
- La (pre)adolescencia es una etapa en la que emergen NUEVAS HABILIDADES
- Los (pre)adolescentes disponen de un mayor número de recursos en términos de CREATIVIDAD y DISPONIBILIDAD AL RIESGO
Es decir, un libro sin palabras o álbum ilustrado deja espacio a la observación silenciosa, a la reflexión íntima o colectiva al hojear las imágenes para descifrar dentro de nosotros una historia que se va construyendo a través de nuestra interpretación según las experiencias vividas. De ahí, nos puede servir para dar espacio a las nuevas habilidades que van experimentando nuestros adolescentes con diferentes recursos a partir de la creatividad y disponibilidad al riesgo.
Creemos que en los silent books encontramos la posibilidad de lanzarles un reto para que activen lo mejor de sí porque con este tipo de lectura el adolescente rebuscará en su interior, en esa vorágine emocional y conceptual donde intentará describir lo que ve observando silenciosamente los detalles o volviendo atrás y releyendo las imágenes. Se encontrará delante una experiencia en la que deberá interpretar sus emociones y de la relación de conceptos (colores, tamaño, contrastes…) y verbalizarlos sin previas ataduras de un guion de estructuras lingüísticas preconcebidas.
Por lo que, un libro sin palabras es una oportunidad para que nuestros estudiantes se sientan protagonistas de un proyecto creativo, donde podrá recurrir a sus diversas habilidades, podrá sentir que no tiene límites en la interpretación y podrá crear y demostrar lo que puede llegar a ser. Solo le hará falta una guía marcada por la empatía y el respeto enmarcado en un aprendizaje colaborativo y cooperativo que le ofrecerá el docente.
Por lo que, dar espacio a la lectura de los silent books en clase es dar pie a un momento de intercambio de interpretaciones de conversación, donde no hay una única lectura posible. Se nos ofrece a nosotros como educadores la posibilidad de fomentar la comunicación eficaz tan deseada porque les invita a ser partícipes activos y se les reconoce su espacio en el mundo dándole voz a una historia sin palabras.
A través del álbum ilustrado podemos trabajar las siguientes tres competencias que destaca Pumarejo Gómez (2020):
Ideas para llevar los silent books a clase
Las actividades que proponemos pueden servir tanto para adolescentes en L1 o en L2.
Hemos seleccionado una serie de libros y las propuestas de explotación didáctica se basan en recordar 3 características de la adolescencia mencionadas antes:
- El cerebro no para de madurar actividades que fomenten el pensamiento crítico
- La mente es muy activa y por eso tiende a distraerse actividades variadas
- La preadolescencia es un periodo perfecto para cultivar el espíritu actividades que traten conceptos éticos (libertad, dignidad, igualdad, nobleza, justicia, verdad, belleza).
A. Silent books y aprendizaje-servicio
Los silent books pueden ser un medio para introducir el llamado aprendizaje-servicio, que consiste en unir una experiencia formativa con el compromiso social, es decir, aprender haciendo un servicio a la comunidad. Hay dos proyectos admirables que nos pueden servir de inspiración:
Esta maravillosa iniciativa “silent books Destinazione Lampedusa“. Se creó una biblioteca con “álbumes ilustrados” con el propósito de que la cultura llegue a todo el mundo, en este caso a las personas emigrantes que llegan a Lampedusa. Además, se creó una exposición con representaciones de unos libros seleccionados. Para hacernos una idea se puede ver un vídeo de la performance siguiendo el enlace de arriba.
En este caso, los silent books representan un contacto directo con la comunidad de acogida y, sobre todo, las lecturas de imágenes sirven para reconocerse en una historia rompiendo cualquier tipo de barrera lingüística y cultural.
Otro ejemplo es el siguiente proyecto llevado a cabo mediante la colaboración del colegio “Ángeles Custodios” y la Universidad de Cantabria. Aquí os dejamos el enlace para que echéis un vistazo a las imágenes de diferentes momentos del proyecto que se centra en las relaciones entre “Abuelos y nietos” planteado como un aprendizaje conjunto y de equipo. Se elaboraron instalaciones para la exposición de historias ilustradas en el colegio y álbumes ilustrados gigantes enrollables que luego expusieron en los Centros de días.
Estas dos iniciativas nos demuestran que es posible hacer un proyecto que pueda mover conciencias desde la educación activa y un compromiso social solo hay que activarse, mover las piezas y trabajar.
B.Silent books para fomentar el pensamiento crítico
Los libros ilustrados son un instrumento muy válido para introducir el debate en clase. Os puedemos aconsejar dos libros. Uno de Daishu Ma, Leaf. Este maravilloso libro trata de las emociones, del descubrimiento de un secreto, de la naturaleza, del ritmo frenético. En una ciudad ambientada en un contexto distópico donde es perennemente invierno y las hojas de los árboles caen continuamente.
Con las primeras páginas pone una gran pregunta abierta para provocar una reacción y así el estudiante hace hipótesis:
¿A dónde van a parar todas estas hojas?
¿Por qué recoge esta hoja? ¿Qué hará con ella?
Además, en diferentes pasajes de la lectura podemos detenernos en la observación de los detalles: expresiones, indicios que nos van apareciendo con preguntas más concretas:
¿Qué emociones puedes reconocer en las expresiones del protagonista? ¿Por qué está/se encuentra así?
Por último, al acabar la lectura completa del libro se puede abrir un debate sobre temas que han ido apareciendo y que los estudiantes pueden identificar como son: la industrialización, el medioambiente, la relación vida y trabajo dirigidos a través de la reflexión de los conceptos éticos (libertad, dignidad, igualdad, nobleza, justicia, verdad, belleza) entre otros.
Otros álbumes ilustrados que pueden suscitar interés y se pueden trabajar de la misma manera que el anterior son los siguientes Emigrantes de Shaun Tan y Mediterraneo de Armin Greder.
C. Booktubers con silent books
Sabemos que los adolescentes no se sienten muy atraídos por la Historia. Entonces, ¿y si nos aproximamos al contenido histórico a través de un medio que les pueda ser más atractivo?
Es decir, a través de un lenguaje y con recursos que les sean más próximos a su realidad generacional, por eso, se les puede proponer hacer un vídeo reseña a modo de booktubers como la que he encontrado aquí sobre el libro de A. Skármeta.
Estos dos libros pueden servir para este propósito: el primero es ’45 de M. AC Quarello ya había indicado en el anterior artículo, trata el tema de la II Guerra Mundial, concretamente el momento de la liberación. Aquí le podéis echar un vistazo.
El segundo, “Composición” de Antonio Skármeta, en este caso se trata de un libro que combina el texto con imágenes para narrar una historia que se desarrolla durante la dictadura de Pinochet.
Se puede empezar con actividades de prelectura para introducir el contexto histórico que trata el libro. Luego, se sigue la lectura del libro prestando atención en reconocer los aspectos que se hayan trabajado en las actividades de introducción.
D. Grafitis como un gran silent book
¿No son los grafitis un gran libro visual al aire libre? ¿No son imágenes que narran, explican y nos muestran una historia aparte de decorar nuestro paisaje urbano?
Siguiendo las pautas de la catedrática Lola Pons sobre el paisaje lingüístico en las clases ELE que expuso en la ponencia “La lengua que habitamos. Lecturas del paisaje lingüístico en clase” se propone un reto a partir de la recopilación de los gratifis que se pueden encontrar en su entorno más próximo. Con estos grafitis se les puede invitar a que creen una historia, que den una interpretación de la imagen, e incluso crear un poema o una estrofa de una canción. De este modo se les da libertad en escoger el modo que se sientan más cómodos para expresarse.
Para acabar aquí os invitamos a leer este grafiti (“Si levantas un muro piensa en lo que dejas al otro lado“) que os puede servir para animaros conectar mejor con vuestros estudiantes (pre)adolescentes a través de los silent books.
Por si este tema os ha apasionado tanto como a nosotros, os dejamos aquí el canal de youtube de la Setmana de l’Álbum que acaba de concluir. Ahí descubriréis un sinfín de publicaciones que os encantarán.
Bibliografía:
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- Terrusi, M. (2017). Meraviglie mute. Silent book e letteratura per l’infanzia. Ed. Carroci.
- Pellai y Tamborini (2016). L’età dello tsunami. Come soprravvivere a un figlio pre-adeolescente. Ed. Deagostini.
- Pons, L. ( 2019). “La lengua que habitamos. Lecturas del paisaje lingüístico en clase”. XXVIII Encuentro Práctico de profesores de ELE en Barcelona, 2019.
- Pumarejo, P. (2020). Álbum ilustrado, comprensión lectora y aprendizaje/servicio: una propuesta didáctica. En de Lecturas y dificultades lectoras en el S.XXI. (pp. 256 – 265) Ed. Octaedro. Barcelona.